lunes, 22 de febrero de 2016

Todos a la nieve


Las personas mayores de Gran Canaria tienen un dicho, hasta que no veas bajar los coches de la cumbre con un muñeco de nieve en el techo, no subas a ver la nieve por que lo más probable es que te tengas que volver. Por lo general no se suelen equivocar, y el día que empezaron a verse los coches bajar con este característico personaje bajando de los puntos más altos de la Isla, es cuando empiezan a subir visitantes de prácticamente todos los municipios para ver la tan esperada nieve.


Cada vez que nieva en la Isla de Gran Canaria, muchas personas suben a la cumbre, ya que la nieve en la isla se puede ver en contadas ocasiones, al ser un día festivo está vez muchos se vieron durante horas atrapados en una cola interminable que a más de uno se le hizo la noche intentando llegar a la Cruz de Tejeda.


Estas retenciones se producen por que muchos son los gran canarios que quieren enseñar la nieve a sus hijos, ya que no se puede saber cuando puede volver a nevar, pueden pasar incluso años para poder volver a verla, y no tan solo se trata de que los más pequeños vean por primera vez la nieve, ya que muchos adultos tampoco la han llegado a ver, así que es normal la locura que se produce cuando aparecen los copos cubriendo todo de blanco.
Este volumen de visitantes en el mismo día hace que al llegar a la Cruz de Tejeda donde nos encontramos con un cruce, se formen colas interminables dejando a muchas personas sentadas en sus coches durante horas antes de poder llegar al destino.


Como fue el caso de algunos que a parte de ver la nieve también pretendíamos realizar algunas tomas del paisaje nevado de la cumbre, pero al vernos atrapados la única forma de entretenernos era hacer tomas del coche al paso que iba avanzando la caravana hacia nuestro punto de llegada.


Cuando llegas a la cruce de la Cruz de Tejeda puedes pensar que ya termina la tortura de estar sentando en el coche, pero está vez muchos se llevaron una grata sorpresa, ya que ese día al ser festivo sobre todo un domingo la gran mayoría de los habitantes de la Isla pensó en subir formando una de las retenciones más largas de las que recuerdo, cuando mirabas a lo lejos se podía ver cientos de luces formando una especie de serpiente interminable con dirección al mismo punto.


El tiempo no suele esperar y cuando menos lo esperas ya está la noche encima, así que como la tarde fue larga dentro del coche, tocaba aguantar el frío, que ya de por si en un día normal en la cumbre es insoportable, con todo nevado era todo un reto salir a captar momentos de la cumbre nevada.


A pesar de ser noche cerrada y de las bajas temperaturas, sobre unos seis grados, la neblina hizo acto de presencia, dando la sensación de que las tomas las tomamos por la tarde en vez de por la noche.


Aunque los contratiempos fueron varios durante la jornada de visita a la nieve para muchos de los que se desplazaron hasta la zona más alta de la Isla, la gran mayoría supo a su manera sacarle el máximo partido al día, unos montaban pequeñas mesas con leche y chocolate caliente mientras otros nos quedábamos hasta tarde haciendo lo que nos resultaba más interesante que era captar el cambio del paisaje de la Isla que dejaba a su paso la nieve.

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