La playa de Las Alcaravaneras es una playa natural urbana que se encuentra en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Su nombre se debe a la gran cantidad de alcaravanes (el ave) que antiguamente la frecuentaban. Está playa se extiende en una franja de Guanarteme, en la antigüedad lengua de dunas y arenas que unía las montañas de La Isleta, situadas al Noreste, con el resto de la isla de Gran Canaria. La playa la recorre una avenida de unos diez kilómetros que empiezan en Las Alcaravaneras y termina en la playa de La Laja, dicha avenida es un lugar de ocio donde mucho de los ciudadanos practican diferentes deportes.
Imágenes a la venta en: Shutterstock & GettyImages
Como muchas de las cosas cotidianas que nos rodean, tienen su pequeña historia, como es el caso de los buzones de correos. Algo tan cotidiano en nuestras vidas que pasa por completo desapercibido, la rutina de recoger el correo en la sociedad actual se ha vuelto monótona, los sobres con impuestos a pagar no produce ninguna emoción como en los inicios donde se espera con ilusión abrir el buzón y ver esa carta tan esperada...
No está muy claro quien fue el inventor del buzón, por un lado se dice que fue un cartero polaco en el año 1633 el cual tenía una ruta entre Breslavia y Leipzig, pasando por Legnica, para ahorrar tiempo creo un recipiente donde los habitantes de la última localidad dejaban sus cartas para el recogerlas de forma más efectiva. A mediados del siglo XIX la idea se fue extendiendo por la capital polaca.
Otro de los nombres que suenan como el creador del buzón es el de Jean-Jacques de Villayer un consejero del parlamento que en 1653 hizo colocar buzones en calles estratégicas para que todo el mundo pudiera dejar sus cartas con tres recogidas diarias. Fue considerado también el precursor del sello, ya que para pagar los portes pensó en un billete de portes que iba unido a la carta. En el año 1692 se encontraban seis buzones en París, en 1780 ya eran quinientos.
En España una vivienda particular tiene el privilegio de tener el buzón más antiguo de España en Mayorga, Valladolid que data del año 1793.
Hoy día los buzones no tienen ese sabor de ilusión, ya que la publicidad, y los impuestos no es agradable para nadie, menos cuando realizamos un pedido especial. Quizás para darle un toque especial muchas personas no tienen lo que se dice el tradicional buzón, ya que el lugar o el diseño son algo particulares eso es lo que me ha llamado la atención de los buzones que me he encontrado en mis paseos por diferentes lugares entre la ciudad y el campo, sin duda los más originales se encuentran en las zonas rurales.
Esto también es navidad, y no va de cenas, ni de carreras de última hora en busca de un regalo especial, ni canciones navideñas, va de personas que duermen en la arena.
Náufragos de un barco llamado sociedad, que se ha hundido, y que los ha llevado a la orilla, a los pies de la ciudad, para muchos de nosotros la playa es un lugar para descansar en verano, para otros la arena es su hogar.
La ilusión no tiene edad, cuando te vuelve el brillo a la mirada recordando vidas pasadas, aunque hoy no tengas nada, la mayor riqueza se encuentra en una mirada de una persona ilusionada.
Imágenes a la venta en: Shutterstock & GettyImages
Empezaba la mañana como es costumbre en la cumbre con el fresco característico de ese lugar, ese que hace que te despiertes si aún estas dormido, aunque desde bien temprano ya las ovejas con los primeros rayos de luz se encargaban de despertar a todo el mundo con sus balidos. Y es que estos animales saben cuando les toca realizar la transhumancia, lo perciben en el ambiente, es como si fuera una especie de fiesta para ellas. A los pies del Roque Nublo, y desde un punto algo elevado un pastor, cuenta atentamente el número de animales que van a partir rumbo hacia Pavón, para no dejar a ninguna oveja por el camino.
Imágenes a la venta en: Shutterstock & GettyImages
Subir por completo a la Montaña de Tauro es casi obligatorio para poder contemplar sus espectaculares vistas, estar en lo alto de este lugar da un punto de vista diferente el cual impresiona bastante. En esta zona se encuentra un tagoror aborigen, el cual servia de observatorio astronómico.
Parece que fue el otro día cuando empecé en esto del senderismo allá por el 2009, de eso hace ya unos siete años, se dice pronto. No fue hasta el 2011 que incorpore la cámara a estos largos paseos por la Isla, ya que hay bastantes lugares interesantes a los cuales es complicado volver, y por lo menos merece la pena tener el recuerdo.
Con el tiempo las rutas se acumulan en los pies, también en los discos duros, lo vas dejando para otro día y cuando te das cuenta tienes cientos de imágenes en otra tanda de carpetas. Entonces llega el momento de darle salida a esas fotos que llevan años guardadas.
Proyecto life+inagua un cartel nos recordaba al inicio de la ruta en el Juncal de Tejeda el incendio del 2007, a pesar de que aún se notaban algunos efectos en varios árboles, muchos de ellos centenarios no sufrieron daño alguno manteniendo su majestuosidad.
Cuando las lluvias son copiosas, la tierra es agradecida, regalando de vuelta la belleza que esconde en su interior, en uno de los caminos en los alrededores de Lanzarote a nuestro paso nos encontrabamos con este regalo para la vista que nos brindaba la naturaleza.
A pesar del frío y del viento que apenas dejaba encuadrar la cámara hacia el mar de nubes en la cumbre de la Isla de Gran Canaria, pude realizar algunas tomas antes de proseguir con el camino, merece la pena madrugar para contemplar las primeras luces del día acariciando cada uno de los rincones del paisaje.
Imágenes a la venta en: Shutterstock & GettyImages
Un grupo de jovenes participa en una representación de juegos de playa de los años 50. Los juegos con los bolos en la arena era una costumbre en las playas de los cincuenta.
Una señora de forma animada pide a un pastor que le ordeñe una oveja, para tomar un poco de leche. Y levantando el caldero dice: ¡Así la tomaba yo de pequeña!.
Galería más amplia en el siguiente enlace: Años 50 La Goleta
